lunes, 2 de febrero de 2009

Primeros pasos para ser artista (1. Definición de "artista")



Decido, hoy, autodefinirme, también a partir de hoy, como "artista" y empiezo por el principio que es, no hay otra manera, conocer con exactitud el significado de dicha definición.
Como a mi novel condición de artista hay que añadir mi naturaleza perezosa, arranco por la vía cómoda y busco el significado de la palabra "artista" en el WordReference.com. Leo:

artista 
1. Persona que se dedica a algún arte o realiza obras de arte: los artistas del Renacimiento.
2. Persona que actúa ante el público en un espectáculo musical,teatral o cinematográfico: en esta película salen muchos artistas famosos.
3. Artesano, persona que ejerce un oficio: artista fallero
4. Persona que hace alguna cosa con suma perfección: es un artista de la cocina

No pienso engañarme: Descarto la definición 2 por timidez, la 3 por dificultades en el desplazamiento hacia el lugar de trabajo (Valencia me pilla lejos de casa) y la 4 por modestia. Así pues, decido que la definición que me conviene es la 1: dedicarme a algún arte o realizar obras de arte.

Continuo en el WordReference.com y paro atención en que la palabra 'artista' también aparece en estas entradas:
- abstracto - amanerado - arborescencia - arte - artífice - atelier - atribuir - audición - talla - taller - taquillero - boceto - bolo - brocha - caricato - consumado - contorsionista - copia - cupletista - debut - divo - equilibrista - escultor - estatuario - estilo - expresionismo - faquir - fecundidad - figurativo - florecer - florecimiento - generación - gira - igual - iluminar - insulsez - intimista - localista - luna - manager - mantenido - materializar - mecenazgo - miniaturista - modelo - natural - numen - original - pastiche - payaso.

Paso de visitar cada uno de estos links (ya he reconocido anteriormente mi pereza) pero eso no impide que, leyendo estas palabras asociadas a "artista", aparezca la siguiente deducción:

En mi debut como persona dedicada a algún arte figurativo o abstracto (todavía por definir), deberé buscar un taller (atelier suena algo amanerado) donde pueda materializar con la brocha (descarto ser escultor por desconocimiento de técnicas para dar la talla) algún original (se presuponen numen y boceto previos) que me permita florecer de entre la insulsez y que dicho florecimiento, aún simplemente localista, permita conseguir el mezenazgo (o, a malas, un manager) que me conduzca al natural estilo de vida del "mantenido", todo un modelo estatutario para mi generación (un tipo de subvención al estilo gigoló o al estilo faquir asceta según la generosidad de la donación filantrópica). Para conseguirlo, debo asumir el rol de divo, un pastiche de payaso, de caricato y equilibrista, un contorsionista de la argumentación que pueda iluminar (igual que en su día hizo el expresionismo) sobre su obra y atribuir a ésta las justificaciones intelectuales necesarias para contentar a los que tienen bajo sus pies el foro para la audición, a los verdaderos artífices del éxito (artístico) consumado, los taquilleros del arte, los que dan bolo al artista, los que organizan la gira de las obras. En cualquier caso, estas lícitas pretensiones materialistas que, seamos sinceros, nos acercan más a la luna que a la tierra (la cupletista diría "porque flotando el humo / me suelo adormecer...") no deben interferir en nuestra íntima, no necesariamente intimista, voluntad de expresión y en nuestro intento de abandonar la copia, aunque sea en detrimento de nuestra fecundidad artística..., supongo.

 Si os parece bien, el tema arborescencia lo dejamos para otro día.